viernes, 22 de mayo de 2009

Gonzalo Uriarte, un actor con piel de cuero

Gonzalo Uriarte, nacido en A Coruña en 1952, es un actor gallego que ejerce su actividad profesional desde 1978 en el teatro y, a partir de 1985, también en el cine y en la TV. Así mismo, ha trabajado como actor de doblaje en numeras películas y series televisivas. Es miembro co – fundador de la compañía de teatro “Troula” en los difíciles comienzos del teatro profesional de Galicia. Fue galardonado con el premio María Casares 1997 al mejor actor protagonista por la interpretación del personaje August Strindberg en la obra A noite das Tríbades, bajo la dirección de Xulio Lago, al mejor actor secundario por el papel de Horacio en el espectáculo Hamlet y con el premio Agapi 1998 a la mejor interpretación masculina por su trabajo en la película A lingua das bolboretas de José L. Cuerda.

¿Cual fue tu primera experiencia teatral?
Mi primer contacto con el teatro fue con siete años en la obra La venganza de Don Mendo de Pedro Muñoz Seca, una compañía de teatro aficionado de A Coruña llamada La Farándula donde trabajaba mi padre. Yo salía de paje con cojín, me sentaba al lado de la silla del Rey y allí estuve el tiempo que me dijeron que tenía que estar.

¿Cómo te metiste en teatro?
En el colegio de los maristas de A Coruña, cuando tenía 16 años, con un compañero y amigo que aún está en este medio, Antonio Simón (actual director gallego de teatro) decidimos montar un grupo aficionado que llamamos: Humanista Nuevo Aspasia. Los textos dramáticos que elaboraban se podían incluir en lo que se llama Teatro del Absurdo.

¿Dónde actuabais?
Actuábamos en locales parroquiales. En esa época, las representaciones eran para círculos reducidos y tenían poca repercusión. Llegamos a intentar representar A voda dos pequenos burgueses de B. Bretch.

¿Y luego?
Luego, cuando llegamos a la universidad dividimos el grupo en dos partes: la sección que quedó en A Coruña la dirigía Antonio Simón y la sección que se vino a Santiago, Juan A. Les Hernández (actual profesor en la Facultad de Comunicación de la capital gallega). Recuerdo que montamos un recital de poemas de León Felipe con el que fuimos a actuar a Lugo. La prensa se hizo eco de un grupo de chalados de A Coruña.

En el año 70 recibe el premio al mejor actor de teatro universitario por la obra Burul de Italo Ricardi en plano Franquismo. ¿Qué significó?
No tengo un recuerdo de que fuese algo especial. Era un personaje que salía en escena dentro de un saco y había otro individuo, Paco Puga, que era el que me daba los hachazos. Yo salía de dentro del saco y le recriminaba a este hombre todo lo que me estaba haciendo. Al final del todo, cuando este sádico opresor acababa con el personaje del saco, aparecía un muñeco colgado de una cuerda, una especie de espantapájaros. Recuerdo el viaje que hicimos a Valladolid, de coger los bártulos y de ir con el muñeco de paja con nosotros en el departamento del tren. Le llamamos Follardo. Era divertido pero poco profesional.

¿Cómo nace la compañía de teatro "Troula"?
La idea de formar "Troula" nace en el verano del año 77 pero no conseguimos estrenar hasta junio del 78. Esto quiere decir que fue un proyecto que estuvo a punto de irse al garete. Mis compañeros retornan de Madrid para intentar formar compañías de teatro profesionales pero que utilizasen el gallego como vehículo de comunicación. Es ahí cuando nace la idea de montar "Troula".

¿Qué significaba formar "Troula" en aquellos años?
Yo me meto en la locura de "Troula", porque no dejaba de ser una locura, sin ninguna garantía profesional. Cómo de la nada puedes llegar a ser actor profesional en un país como Galicia, que estaba invertebrado en aquel momento. Era bastante arriesgado.

¿Cuándo resulta posible vivir del teatro?
Es fundamental la conformación del Estado autonómico lo que supone una pequeña aportación de recursos. Se crea el Centro Dramático Gallego y posteriorimente, en el año 85, la TVG. Entonces, todos estos elementos son los que empiezan a permitir que una persona que quisiese ser actor aquí no marchase a Madrid.

¿Cómo definirías la política teatral realizada en Galicia?
Seguimos teniendo bastantes deficiencias porque no se atienen a las necesidades de la profesión ni a las del público. Actualmente, en Galicia se estrenan alrededor de 50 espectáculos teatrales en Galicia, una barbaridad. Entonces, hay una política que favorece la aparición y el mantenimiento de pequeños núcleos de producción. Es un poco la historia del pan para todos. Yo pienso que sería mucho mejor destinar el dinero a potenciar los núcleos de producción más consolidados y que de alguna manera les permitiesen hacer espectáculos más ambiciosos. Había menos núcleos pero mejores.

Entre numerosos premios, fuiste galardonado con el Premio María Casares (2007) al mejor actor secundario por la interpretación del personaje de Horacio en el espectáculo Hamlet. ¿Por qué crees que tuvo éxito esta obra?
A la elección del texto, a la presentación muy inteligente en los medios de comunicación y a la elección de un reparto de actores conocidos como Luís Tosar, Miguel Pernas… En mi vida estuve en una gira tan bien organizada. En el espacio de dos meses y medio se hicieron alrededor de treinta y tantas funciones a teatro lleno en todas ellas. Algo muy difícil. Y con unas reacciones del público fantásticas.

Gonzalo Uriarte en el papel de Horacio junto a Hamlet, encarnado por Luís Tosar.

Trayectoria profesional
En los últimos veinticinco años tiene trabajado, entre otras, en las siguientes producciones teatrales: en O velorio y Anastas, ou a orixe da constitución, con la compañía “Troula”, en Woyzeck con el Centro Dramático Gallego, O enfermo imaxinario, As tres irmás, Un refaixo para Celestina, Lugar, A burla do galo, Calígula, Daquel abrente, etc., coa compañía “Teatro do Atlántico” en Non se chora, Tolos de amor, Casa de bonecas, A noite das tríbades, Amor de D. Perlimplín con Belisa no xardín, Vanzetti, etc, Saxo Tenor con “Teatro do Aquí”, Medea con “Produccións do Noroeste” e Os vellos non deben de namorarse con “Teatro do Morcego”. Es popular por su participación en las series de la Televisión de Galicia como “Pratos Combinados”, “Libro de familia”, “Galicia Exprés”, “Avda. de América”, “Mareas Vivas”, “As leis de Celavella” y también en otras como “Hospital Central”, “El Comisario”. En el cine destaca su participación en películas como A lingua das bolboretas (José Luís Cuerda, 1997), O lapis do carpinteiro (Antón Reixa, 2003), Trece badaladas (Xavier Villaverde, 2002), y una pequeña colaboración en la existosa El laberinto del fauno (Guillermo del Toro, 2003). Su última película: Os mortos van á présa (Ángel de la Cruz, 2009).

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