lunes, 20 de abril de 2009

Robert Capa llega a Barcelona




Firmó sus fotografías con muchos nombres, aunque en todos se trasluce una misma personalidad, la de un atrevido e intrépido fotógrafo de guerra que soñaba con quedarse sin trabajo. Un hombre que por las mañanas se arrastraba de la cama, borraba de su cara la huella que el sufrimiento y la tragedia habían dejado en su rostro y salía dispuesto a subirse a la vida y enseñar al mundo su sonrisa más alegre. Conocido en sus círculos más próximos como un Don Juan, tras perder en la Guerra Civil a su novia y compañera, mantuvo un romance con Grace Kelly y rechazó la petición de matrimonio de Ingrid Bergman para dedicar toda su pasión a su verdadero amor, la fotografía. “El mejor fotógrafo de guerra del mundo”, según le calificó la revista Picture Post, guió el nacimiento de la agencia Magnum Photos y de un nuevo estilo de fotorreportaje. Ahora, a partir del próximo 7 de julio, el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) acogerá la exposición ¡Esto es la guerra! Robert Capa en acción.

Robert Capa nació como Endrié Friedmann, a los 18 años tuvo que abandonar su Budapest natal acusado de comunista y se estableció en Berlín. Debido a su condición de judío se vio obligado a trasladarse a París tras el ascenso de Hitler. Allí, de la mano de David Seymour, comenzó su andadura como fotógrafo. De los cuarenta de fotógrafo de Capa, el MNAC recoge los diez tal vez más fructíferos del reportero. Una muestra que ya se ha podido ver en Nueva York, Londres y actualmente en Milán, y que recoge 150 fotografías que Capa realizó en los años 30 y 40.

Endrié cubrió la Guerra Civil para la revista Life cuando contaba con 22 años, pero antes es necesario entender como se introdujo en el mundo del fotoperiodismo. En París, gracias a la protección de David Seymour, consolidado fotógrafo de la época, comenzó a trabajar para la revista Vu, pero no conseguía hacerse en hueco entre los grandes fotógrafos del momento. El reconocimiento le llegó de la mano de Grenda Taro, quien inventándose la personalidad de un importante fotógrafo estadounidense consiguió elevar su reputación y su cuenta corriente a lo más alto. Esa nueva personalidad que adoptaba Endrié era la de Robert Capa, nombre probablemente tomado de su admiración hacia el actor Robert Taylor y hacia el director Frank Capra.


Ya consolidado como fotógrafo fue en la guerra española donde realizó primer reportaje de guerra, su primer gran éxito. Quedó demostrado que era un fotógrafo atrevido y arriesgado que seguía esa premisa que repitió en innumerables ocasiones, “Si tus fotos no son lo suficientemente buenas es que no te has acercado lo suficiente”. La Guerra Civil marcó notablemente la vida de Robert Capa, y no sólo profesionalmente. De España le impresionaron “las caras de unos Brigadistas que luchaban por un país aún cuando sabían que lo iban a perder”. Además en la batalla de Brunete, cerca de la capital española perdió, bajo un tanque, a Grenda Taro quien se ganó el dudoso título de primera fotógrafa muerta en una guerra.


Tras la muerte de su compañera de penurias y éxitos, cubrió la guerra de China durante un corto periodo de tiempo para después regresar a España a cubrir el final de la guerra, parecía haber adquirido un compromiso personal con la situación en nuestro país.

Al acabar la Guerra Civil, fotografió, también para Life, los más importantes frentes durante la Segunda Guerra Mundial, siendo tal la confianza que la revista y el gobierno norteamericano depositaron en él, que desembarcó en Normandía el famoso día-D junto con los primeros soldados. En las fotografías de Normandía quedó demostrado ese estilo atrevido e intrépido en el que cobran importancia el drama, el momento, el instante en el que capta esas tomas en detrimento del aspecto técnico o la calidad de la imagen.

Este aire personal fue el que transfirió a Magnum Photos, agencia de fotografía que creó en 1947 junto con Henri Carter-Bresson, Rodger, Vandiver y David Seymour. Juntos consiguieron mantener sus propios estilos pero inspirando una nueva forma de ver la fotografía, que aun mantiene la agencia, en lo que lo verdaderamente importante es lo que hay tras la escena y no tanto la imagen.

Como director de Magnum, realizó reportajes sobre su segunda pasión, el cine y comenzó a frecuentar los círculos más elitistas de Hollywood. Conoció a Grace Kelly con la que mantuvo un intenso romance, y rompió una larga relación con Ingrid Bergman tras, como ella misma reconoció, le pidiera matrimonio y Robert la rechazara.

Robert Capa sólo estaba dispuesto a atarse a la fotografía. Así vuelve a fotografiar la guerra. Primero cubre la primera guerra árabe – israelí. Más tarde se trasladar a Indochina, en 1954, sin ser consciente de que este sería su último trabajo. El 25 de Mayo, una mina antipersona acaba con su vida. De esta forma, muere con la cámara aun en su mano el autor de “las mejores fotos de vida sacadas jamás”.

Esta exposición, que acogerá a partir del 7 de julio el MNAC, se completará con un importante conjunto documental (25 revistas y 10 cartas) que contribuirá a contextualizar su trabajo y el eco que tuvo en los medios de la época.


También Gerda

Paralelamente a esta exposición, el MNAC presentará también Gerda Taro, una muestra que reivindica el destacado papel que esta fotógrafa ha tenido en la historia de la fotografía de guerra así como la influencia que ejerció sobre el trabajo de su compañero, Robert Capa.

Las dos exposiciones, Gerda Taro y ¡Esto es la guerra! Robert Capa en acción, se pudieron ver en Nueva York a finales de 2007, poco antes de que llegasen al International Center of Photography de esta ciudad los negativos de la celebrada maleta mexicana, un conjunto de cajas que contienen 3.500 negativos de Robert Capa, Gerda Taro y David Seymour “Chim” sobre la Guerra Civil española. Los negativos están siendo estudiados en el ICP, y algunos de los documentos extraídos de la maleta formarán parte de la exposición en el MNAC.

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